ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
Sesión Solemne del día miércoles 11 de agosto de 1999
PRESIDENCIA DEL CONSTITUYENTE
LUIS MANUEL MIQUILENA
VICEPRESIDENCIA DEL CONSTITUYENTE
ISAÍAS RODRÍGUEZ DÍAZ
SUMARIO
1.-Apertura de la
sesión.
Objeto de la Sesión Solemne
2.-Único:
Ratificar al ciudadano Hugo Chávez Frías, como Presidente de la República de Venezuela.
3.- La Presidencia designa una comisión para recibir al
ciudadano Presidente de la
República , Hugo Chávez Frías, y conducirlo hasta el
hemiciclo.
4.-Palabras del
ciudadano Presidente de la
Asamblea Nacional Constituyente, Luis Manuel Miquilena.
5.-El Presidente de la Asamblea Nacional
Constituyente, ciudadano Luis Manuel Miquilena, toma el juramento al Presidente
de la República.
6.-Palabras del ciudadano
Presidente de la República ,
Hugo Chávez Frías.
7.-La Presidencia insta a la comisión antes nombrada para
acompañar al ciudadano Presidente de la República , Hugo Chávez Frías, a su retiro del
Palacio Federal Legislativo.
8.-Clausura de la
sesión.
1
EL PRESIDENTE.-Se les agradece a los
ciudadanos Constituyentes tomar los asientos para dar inicio a la sesión.
Ciudadano Secretario sírvase informar si hay quórum.
EL SECRETARIO.-Hay quórum, ciudadano
Presidente.
EL PRESIDENTE.- Se declara abierta la sesión.
(11:23 a.m.) Ciudadano Secretario, sírvase informar el
objeto de esta reunión.
EL SECRETARIO.- (Lee):
2
Único: Recibir al Presidente de la República de Venezuela,
ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías con el objeto de tomar juramento de
conformidad con lo aprobado por la Asamblea Nacional Constituyente en sesión del día
9 de agosto de 1999.
Es
todo señor Presidente.
3
EL PRESIDENTE.- Se designa una comisión
integrada por los Constituyentes Gustavo Pereira, Juan Marín, Haydée Franco,
José Vielma Mora, Alexis Navarro Rojas, Jesús Molina Villegas, Atala Uriana,
Luis Vallenilla y Geovanny Finol para acompañar al Presidente de la República hasta la sala
de sesiones.
(La comisión designada sale a cumplir su cometido).
EL SECRETARIO.-Ciudadano Presidente, a las
puertas del hemiciclo se encuentra presente el ciudadano Hugo Rafael Chávez
Frías, Presidente de la
República (Nutridos aplausos)...
4
EL PRESIDENTE.-Ciudadano Hugo Rafael Chávez
Frías, Presidente de la
República , ciudadano Vicepresidente y demás miembros de la Asamblea Nacional
Constituyente, altas autoridades civiles y militares, distinguidos invitados
especiales, representantes de los medios de comunicación social, señoras y
señores:
Ciudadano
Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de la República , el acto que estamos realizando hoy
tiene para nosotros y para nuestro Pueblo un profundo significado.
Usted hizo un emblema de la necesidad que el país tenía de la convocatoria
a una Asamblea Constituyente para, como dicen las bases que sustentaron su
convocatoria, transformar, reformar las condiciones críticas en que se
encuentra el Estado venezolano.
Usted hizo esta promesa no cuando
había coronado victoriosamente su campaña electoral, la hizo cuando cruzaba el
desierto, cuando como solitario peregrino recorrió todos los rincones de
nuestra geografía y en aquel momento usted le dio a esta circunstancia todo el Poder,
toda la significación que un acontecimiento de esa naturaleza significaba,
usted dijo que cualquiera que fuera el resultado de los avatares de su lucha, la Asamblea Constituyente
tenía que tener el carácter soberano, la fuerza suficiente, el poder de una
asamblea constituyente primaria que fuera capaz de servir de palanca impulsora
para los cambios que estaban planteados en nuestros país.
El
primer acto de su gobierno fue precisamente un decreto de convocatoria de esta
Asamblea y allí empezó nuestro país a tomar nota, a leer el mensaje nuevo, es
decir, que no se decía una cosa cuando se aspiraba a tomar las situaciones de Poder
para disfrutar las mieles del mismo, sino efectivamente, para cumplir con la
promesa que se había comprometido con anterioridad.
El segundo acto que usted realizó fue precisamente el de poner sus Poderes
a la orden de la
Asamblea Nacional Constituyente, es decir, usted estaba
cumpliendo con su promesa, no solamente de convocar una asamblea constituyente,
sino de que esa Asamblea Constituyente usara todos los Poderes Soberanos que le
son inherentes. Esa
circunstancia fue otro mensaje que el país leyó y ya empezó a leer las palabras
tal como lo dice nuestra lengua española, también usted le dio sentido a la
palabra cambio, también la palabra cambio le había sido quitada su naturaleza,
la palabra cambio había quedado sin sentido, fue bandera utilizada por los demagogos
con el propósito de engañar, con el propósito de encandilar a nuestro pueblo
sobre la base de una falsa esperanza. Ya usted le empezó a dar contenido a
la palabra cambio; en el ejercicio del Poder usted ha cumplido con su promesa y
esta caminando por el sendero que se trazó en su mensaje, y por eso la
congratulación y por eso la felicitación de la Asamblea Nacional
Constituyente, y esta es la razón, en nombre de la cual, ella soberanamente le
otorgó en la Asamblea
del 9 de los corrientes la potestad, la legitimidad del ejercicio de sus
funciones como Presidente de la República. Así fue proclamado en esta Asamblea y
hoy nos congratulamos, ciudadano Presidente, de venir aquí en nombre de la Asamblea Nacional
Constituyente a tomarle juramento y a tomarle juramento en nombre del Pueblo
venezolano, en nombre de la Asamblea Nacional Constituyente, que es su
mandatario, para que el país perciba un tercer mensaje, es decir, vamos hacía
adelante sobre un proyecto que, como usted lo ha dicho muchas veces, no tiene
retroceso. Los cambios estarán marcados por la historia y la historia será
inexorable en el cumplimiento de ese mandato. Por eso, en nombre de la Asamblea Nacional
Constituyente, me permito saludarlo, congratularnos con usted y pasó de seguida
a tomarle el juramento correspondiente.
5
Ciudadano Hugo Rafael
Chávez Frías, ¿Jura usted cumplir y hacer cumplir sus deberes como Presidente
de la República
y los mandatos de esta Asamblea Nacional Constituyente, ante el Pueblo Soberano
de Venezuela y la propia institución constituyente que esta presente?
EL PRESIDENTE DE LA
REPÚBLICA. CHÁVEZ FRÍAS (HUGO RAFAEL).-Juro delante de Dios,
juro delante del Pueblo venezolano, juro delante de la soberanísima Asamblea
Nacional Constituyente, juro delante de ustedes que no daré descanso ni al
cuerpo ni al espíritu ni a la mente ni al alma, hasta que juntos no hayamos
enterrado de verdad este viejo tiempo, esta IV República, y hayamos dado luz a
la vida nueva, a la patria nueva, a la V República venezolana; juro dedicar todo mi
esfuerzo, dedicar todos los días y las noches de mi vida en esta noble tarea, juro
cumplir con los mandatos del Pueblo y juro cumplir con los mandatos de su Soberana
representante, la
Asamblea Nacional Constituyente, lo juro y delante de
todos lo digo, en este juramento va la vida entera por el futuro de Venezuela,
lo juro. (Nutridos aplausos).
EL PRESIDENTE.-Si así lo hiciereis, que Dios,
el Pueblo venezolano y la
Asamblea Nacional Constituyente os lo premie, si no que os lo
demande. (Nutridos aplausos).
Un
juramento absolutamente histórico.
Tiene
la palabra el Presidente de la
República.
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EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.-Ciudadano
Presidente, ciudadanos Vicepresidentes de la soberanísima Asamblea Nacional
Constituyente, Constituyentes todos representantes del Pueblo de Venezuela en
su conjunto, hombre y mujeres de la
Patria , señores ministros del gabinete ejecutivo, miembros
del Alto Mando Militar, invitados especiales, representantes de los medios de
comunicación social nacional, representantes de los medios de comunicación
social internacionales, señores.
Estaba
ya un poco preocupado... preocupado por los tres días que habían pasado, o
cuatro casi, desde que vine aquí y puse mi cargo a la orden. Estábamos en
emergencia de gabinete, hasta las 2:00 de la mañana, los ministros casi no han
dormido.
De
verdad que más allá de todo esto y de ese optimismo que a uno lo embarga y que
me permite iniciar este saludo a todos, y a través de ustedes, a todo el Pueblo
venezolano lleno de esa alegría que hoy se percibe por todas partes.
He
venido aquí con toda la humildad que pueda caber en el corazón de un hombre, a
jurar de nuevo, una vez más, a ratificar un juramento y lo hago lleno de esa alegría que hoy se percibe por todas
partes, pues he venido aquí con toda la humildad que pueda caber en el corazón
de un hombre, a jurar de nuevo; una vez más; a ratificar un juramento; y lo
hago cuando estamos o cuando se están cumpliendo hoy exactamente 200 días de
otro juramento que hice aquí, a pocos metros, a la derecha de este sitio. Un
juramento que hice también, como todo juramento, pidiendo la altura necesaria
para jurar, porque siempre he pensado que es cosa seria jurar desde que uno
juraba de niño por las calles polvorientas del pueblo donde nací y me crié,
allá en Sabaneta de Barinas, cuando uno juraba y decía: “por Dios Santo y mi
madre”. Eso era cosa seria.
Igual
cuando juramos, hace más de 20 años ya, en el Patio de Honor de la Academia Militar ,
“defender la patria y sus instituciones hasta perder la vida”. Una cosa muy
seria ese juramento. Igual cuando a la vuelta de los años, pocos años después,
en el Samán de Güere, juramos un 17 de diciembre por la tarde, era 1982,
dedicarle la vida a la construcción de una corriente, de un movimiento que
verdaderamente no pensábamos iba a llegar tan lejos, como aún no ha llegado. Va
a llegar.
Igual,
cuando ese camino tomado desde entonces me llevó a tomar juramento a numerosos
jóvenes venezolanos, tanto civiles como militares, patriotas todos,
comprometidos en la corriente bolivariana, y así llegamos al juramento del 2 de
febrero. Un día como hoy hace exactamente 200 días.
Aquel
juramento fue, como lo dije, ante una moribunda Constitución, y realmente fue
así. Más que Constitución, un tiempo moribundo. La expresión moribunda no se
aplica sólo a la
Constitución del 61; el juramento ante el moribundo o ante la
moribunda. El moribundo es un pacto político nefasto que destrozó la moral
pública y que destrozó las instituciones venezolanas de manera inclemente
durante varias décadas. Fue un juramento, entonces, ante la moribunda, pero
juramento. Juramento hecho sin cinismo, juramento hecho con absoluto respeto al
momento que se vivió aquí mismo hace 200 días. Un juramento, decíamos aquel
día, ante la moribunda Constitución del 61, y ante el moribundo Congreso y ante
las moribundas instituciones; un juramento para dedicarle todo el esfuerzo en
la construcción del camino constituyente. Para eso fue aquel juramento.
Creo que hoy puedo decir humildemente que cumplí aquel juramento. Porque lo
hice fundamentalmente para llegar a este momento, a la instalación de la Asamblea Nacional
Constituyente y tal cual fue el concepto central, la idea central que nos llevó
a organizar un movimiento político, a registrarlo en las leyes, según las leyes
del antiguo y anciano régimen y venir al campo de batalla electoral con la
candidatura presidencial que yo encarné. Sólo para ser instrumento. Sólo
para ser instrumento colectivo del colectivo, para hacer posible la
construcción del camino constituyente. Sólo para eso fuimos a las elecciones de
1998. Creo que esa fase está cumplida. Creo que, modestamente, cumplí la
labor de catalizador, hasta donde un hombre puede hacerlo; pero no se trata de
un hombre, lo he dicho una y mil veces y lo ratificaré siempre, no se trata de
un hombre, de un mesías o de un caudillo. No. Ya basta de esas falsas consejas.
Se trata de un tiempo. Se trata de la ola a la que ya me he referido, aquí
mismo en este escenario.
Creo
que entonces fui en esta etapa de 200 días, desde el 2 de febrero hasta hoy, un
Presidente encargado de muchas cosas, pero esencialmente orientando su
pensamiento y su acción hacia la catalización, hacia la dinamización del
proceso revolucionario pacífico, constituyente. Modestamente, Dios, en todo caso, y el Pueblo
que me juzguen; creo que cumplí, Dávila,
el juramento que ante usted hice aquí mismo, hace 200 días, ante la moribunda
Constitución del 61 y ante las moribundas instituciones, cuyos restos aún
perviven, claro, porque es una fase de transición magnánima y respetuosa,
además, de lo que está muriendo.
Ahora,
200 días después, el Presidente de la Asamblea Constituyente ,
don Luis Miquilena, me toma a nombre del Pueblo y a nombre de la Asamblea , un nuevo
juramento. Y como traté de recogerlo, pues sí, yo me comprometo ante ustedes,
con juramento de por medio, ahora más que nunca desde hoy, cuando ustedes me
han ratificado, en el cargo de Presidente de la República y Comandante
en Jefe de las Fuerzas Armadas, para el cual fui elegido el 6 de diciembre,
ustedes, haciendo uso del Poder Soberano que les confirió y que les ha
conferido el Pueblo venezolano, me han ratificado, pues yo me comprometo con ustedes a trabajar ahora con
mucha mayor dedicación, día y noche para facilitar el tránsito de este tiempo
tan difícil a una situación donde impere la justicia, la paz, el desarrollo
humano, el desarrollo social, el desarrollo económico, el desarrollo político,
el desarrollo moral. Estoy a la orden de la soberana Asamblea Nacional
Constituyente, y todo mi gobierno. Aquí están los ministros del Gabinete. Nos ponemos a su disposición, para
lo que ustedes manden y ordenen. Solicito a la Asamblea Constituyente ,
dentro de la declaración de emergencia, que entiendo está a punto de
concretarse en el seno de las deliberaciones, que han comenzado con muy buen
pie, por cierto, y debo felicitarlos a todos, desde mi posición de ciudadano y
de Presidente, porque ha comenzado con buen pie un proceso de amplias
discusiones delante del país, para que se acallen las voces que siguen por
todas partes, tratando de dinamitar un proceso hermoso, tratando de perturbar
un amplio proceso democrático como pocos en la historia venezolana de todos los
tiempos. Porque aquí ha habido Constituyentes en otra época, pero habrá que
revisar cómo se dieron esas Constituyentes y bajo qué signo fueron orientadas.
Pues yo, permítanme, ahora que me he juramentado delante de ustedes, hacerles
ese reconocimiento y además instarles, con todo el respeto que ustedes merecen,
a que continúen dando el ejemplo, el ejemplo de discusiones fraternas, el
ejemplo de unidad ante el momento histórico que está en sus manos, el ejemplo
ante un Pueblo que merece y que necesita orientación, liderazgo, claridad,
unidad, coherencia, responsabilidad. Les invito a que sigamos dando el mejor de
los ejemplos ante un Pueblo y ante el mundo, que bien necesita de buenos
ejemplos. La
Asamblea Constituyente está llamada a hacer, como diría
Bolívar, cuando hablaba de la sociedad patriótica, centro de luces, centro de
moral, centro dinámico de discusión libre y abierta, porque es un proceso de
construcción y de creación de lo que se trata. Si juré hace 200 días ante
una moribunda, hoy estoy jurando ante una partera. Ustedes constituyen la
partera. La
Asamblea Constituyente es la partera de este tiempo. Es la
partera que va a facilitar el parte histórico de la Venezuela nueva.
Les
decía que dedicaré todo mi esfuerzo al servicio del Pueblo Soberano y la
soberana Asamblea, y también pedía a la Asamblea Constituyente , dentro de ese espíritu y
la norma que de él surgirá de declarar la emergencia en los Poderes
constituidos, que sea designada una Comisión de enlace con el gobierno nacional
para enfrentar la situación de emergencia, porque realmente hay una situación
de emergencia en todos los órdenes nacionales.
Debo
decirles que nosotros hemos estado en el gobierno nacional, conscientes de la
emergencia social, económica, política, global, hemos estado acelerando
discusiones, hemos estado acelerando la toma de decisiones en áreas que son
vitales para enfrentar la emergencia y para facilitar el trabajo mismo de la Asamblea Constituyente.
Para que haya en el país el mayor nivel o el clima más alto de seguridad
posible, el clima más alto de paz y tranquilidad y de armonía posible dentro de
la crisis, que facilite el trabajo de la Asamblea Constituyente
en sus contactos con el país, con las diversas corrientes de pensamiento, con
los diversos sectores sociales, económicos, políticos, religiosos de todo el
país.
Debo
anunciarles brevemente, que hemos estado en los últimos días trabajando en
gabinetes extraordinarios, el fin de semana, el lunes, anoche hasta más acá de
la media noche. Acelerando decía yo, la toma de decisiones importantísimas que
van a generar sin duda, un mayor o un clima más alto de equilibrio económico,
social y político; por ejemplo, hemos aprobado, y así lo anunciaré con detalles
el día de mañana por la noche, cuando daré un discurso, un mensaje a la
nación, motivo de los 200 días o, como hemos dicho, los segundos 100 días,
hemos establecido la metodología de que cada 100 días vamos a rendir cuentas al
país, a la nación entera, de lo que estamos haciendo y de lo que se está
preparando para que siga ocurriendo.
Hemos
aprobado, entre el domingo y esta madrugada de hoy, un conjunto de leyes y
mañana continuaremos discutiéndolas, que van a
generar esos beneficios en el corto, en el mediano plazo; que van a
facilitar el tránsito socioeconómico, especialmente que es el problema más grave
que tenemos además
del moral. Porque, como
ustedes saben, la transición va avanzando en varios ejes. El eje político lo
representan ustedes, la transición política, la transformación. Eso va
dinamizado en tiempo de revolución y no hay quien pueda detenerlo y, gracias a
Dios, el proceso lleva su propio ritmo, ya tiene su propio cauce la Revolución democrática.
Pero el problema social es inmensamente más grave que el político. El drama
social, la miseria, el hambre, el desempleo, la falta de vivienda, los niños
abandonados, eso va a costar mucho tiempo para poder solucionarlo. Claro
que estamos comenzando, pero hay que empezar esas tareas con alto grado de
paciencia, con un alto grado y una alta capacidad para tener constancia y para
perseverar, decía Bolívar, Dios concede la victoria a la constancia.
En
orden de solución de gravísimos problemas sociales y económicos, la recesión
producto de 20 años de caída. Estamos delante de la crisis económica más
profunda de todo este siglo, para no hablar del siglo pasado.
Como
lo he dicho en varias ocasiones, Venezuela había tenido algunas crisis
económicas en este siglo, pero ninguna había tocado la médula como ésta tocó la
médula de los huesos: 20 años
consecutivos de caída de inversión, de incremento, de miseria, de desempleo. La
clase media está destrozada. Hay casi dos millones de déficit de vivienda. La
educación, la salud, todo eso está destrozado. Lo que apenas estamos comenzando
a hacer es articulando los pedazos para
reconstruir el sistema social; la sociedad toda que está despedazada, ya lo he
dicho.
En gabinete, por ejemplo, ayer aprobamos un decreto para crear el “Banco
del pueblo”. Vamos a crear un banco del pueblo, y ya tenemos listo el
cronograma. El día 15 de octubre, Dios mediante, debo estar yo mismo en persona
-permítanme la expresión del castellano- entregando el primer crédito al primer
microempresario, y este banco será dirigido al financiamiento de los
microempresarios, de las empresas familiares, de los pobres que no tienen
acceso a créditos con las tasas tan altas que tiene la banca comercial en este
mismo momento (Aplausos)
Y,
hemos estado haciendo inmensos esfuerzos para ordenar los presupuestos y las
cuentas nacionales. Afortunadamente, hemos logrado algunos pasos firmes en esa
dirección, si no, pues, no pudiésemos activar un mecanismo de justicia social
como es el banco del pueblo. Sin duda que es un gran paso, indica que ya hay
un piso, un orden en el manejo de la hacienda pública nacional.
Pero no sólo eso, también ayer hemos
aprobado un proyecto de un vehículo, un carro familiar (sé que muchos de los
que aquí están no tienen vehículo, empezando por mí mismo. Le decía al Ministro
de Industria y Comercio que me anotara allí, como posible comprador de un
vehículo de esos), un vehículo popular, producto del acuerdo, a ser financiado
por varios bancos comerciales y ya hay ensambladoras y empresas de automóviles,
que están comprometidas en la construcción de un carro para la familia; un
carro familiar. Ya las especificaciones se anunciarán con detalles en los
próximos días, en las próximas semanas. Pero esto también buscando la
dinamización de la producción del mercado y especialmente pensando en la clase media que está tan necesitada de tener bienes, como recursos
necesarios para el transporte de la familia.
Algunos elementos como ese, pero además de esto ya
hemos decidido la activación del Fondo Único Social, el cual va a ser adscrito
al nuevo Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Un fondo que va a estar dedicado especialmente
a los problemas del desarrollo humano: educación, salud, microcréditos, en
conjunción con el banco del pueblo.
Anoche
aprobamos el Decreto-Ley de reforma de la Ley de Administración Central. Ya está vigente la Ley. Debe aparecer en
los próximos días en Gaceta Oficial. Y
esto quiero resaltarlo, porque ¿desde cuánto tiempo hacía que se hablaba de una reforma del
Estado? Más de un década. Pues, nosotros, dentro del marco de la Habilitante , en tres
meses, hemos logrado una ley para reformar el Estado, hasta donde las
atribuciones del Poder Ejecutivo alcanzan, por supuesto. Y esto es un piso o una primera fase para la
transformación profunda de todas las instituciones del Estado que competen a
ustedes, queridos compatriotas Constituyentes.
Hemos
aprobado, ayer, igualmente, una ley que regula y establece la protección a los
fondos de garantías y a las sociedades de garantías recíprocas. Un anhelo
esperado desde hace mucho tiempo por la pequeña y la mediana empresa
venezolana.
Hemos, incluso, aprobado
el domingo pasado, una ley que no tiene precedentes en la historia jurídica
venezolana. Nunca hubo en Venezuela una ley eléctrica. Una ley que regule el
sector eléctrico, su desarrollo, su impulso, sus objetivos. Sólo en tiempo de Gómez hay el antecedente de
un estatuto eléctrico, que nunca llegó a ser una ley.
Pues
se ha aprobado una Ley Eléctrica y está a punto de aprobarse la Ley del Gas, para impulsar el
gran proyecto gasífero, necesario para el desarrollo del país, para atraer
inversiones internaciones, para motorizar la inversión nacional de los
capitales nacionales que se han ido del país en los últimos años.
En resumen,
un conjunto de leyes ya activadas, ya decretadas y que pronto comenzarán a
surtir sus efectos benéficos sobre el adolorido cuerpo social y económico del
país.
Pero,
además de eso, desde el gobierno nacional estamos empeñados en seguir
atendiendo los problemas críticos de la educación y de la salud,
fundamentalmente.
Les
voy a adelantar una cifra, la cual será explicada mañana con más detalles en el
discurso a la nación, pero, para que tengan idea, compatriotas Constituyentes,
de lo que es el problema de la educación y cómo con voluntad se pueden ir
solucionando estos problemas tan graves que afectan no sólo al presente, porque
cuando hablamos de la educación, especial de los niños, estamos hablando del
próximo siglo, estamos hablando del futuro; no estamos hablando de nosotros
mismos, sino de la Venezuela
que aún no existe y que los niños de hoy representan. Son signos vivientes de la Venezuela que aún no
existe, son el adelanto de la
Venezuela que aún no existe.
Amigos,
debo informarles con mucho entusiasmo, alegría, incluso, pudiera atreverme a
decir que es alegría; con mucho sentimiento, y le agradezco muchísimo el
trabajo que ha hecho el Ministro de Educación y todo su equipo, igual que todo
el gabinete, pero me estoy refiriendo a un tema tan importante, que es mucho
más importante que el petróleo, que el gas, que el oro, que la economía; se trata de la educación
de los niños y de los jóvenes. Eso es sagrado. Y a ello, como diría Bolívar,
debemos dedicarle atención sagrada del gobierno, de la Asamblea Constituyente
y de todas las instituciones nacientes de la Venezuela nueva.
Producto de este empeño nuestro, desde hace unos dos meses, de esas
instrucciones que hemos dado verbalmente ante al país y por escrito a todo el
país, prohibiendo lo que ya está prohibido, estamos cometiendo una redundancia,
pero como hizo común, se hizo costumbre y la costumbre se va haciendo
norma, se hizo costumbre cobrar en los
institutos educacionales públicos, para inscribir a los niños, 20 mil
bolívares, ¡hasta 50 mil bolívares en algunos colegios públicos, han cobrado en
los últimos años! Eso se hizo una norma. Era una ley que no estaba escrita,
además. Violando las leyes. La educación es un derecho del ser humano.
No
ha sido fácil y no será fácil, pero la constancia, la persistencia y, sobre
todo, aplicando la persuasión antes que la represión. Ciertamente, dije con mucha firmeza que estaba dispuesto a
destituir a los directores de colegios públicos donde no se cumpliesen esas
instrucciones, que, además, son (in)constitucionales; y hubo un intento, de un
grupo de directores que no querían entender esto para desconocer esta norma,
estas instrucciones y seguían cobrando. Estábamos dispuestos a destituirlos
pero primero conversamos con ellos y, afortunadamente, la mayoría de ellos,
incluso, llegaron a devolver dinero que ya habían cobrado a algunos padres y representantes.
¿Saben
ustedes el primer resultado visible? Es matemático, estadístico, pero en el
fondo es humano, profundamente humano y con una carga inmensa de justicia. Este
año escolar que va a comenzar en septiembre, no en octubre, en septiembre, también
hubo algunos que se resistían, porque ya se consideraban muchos con el derecho
de estar de vacaciones desde julio hasta octubre. Ya era como un derecho. No,
eso no es ningún derecho, era una obligación comenzar el año escolar el 16 de
septiembre y se va a comenzar el 16 de septiembre y en algunas escuelas vamos a
trabajar los dos turnos, no un turno en la mañana y otro en la tarde; vamos
hacia ese sistema, pero no podemos comenzarlo todo al mismo tiempo; es una
transición; vamos a comenzar con 500 escuelas bolivarianas en todo el país,
con ese régimen de los dos turnos y con actividades complementarias: Deportes,
alimentación, cultura, que son parte del sistema educativo, atención médica a
los niños en el mismo colegio, médico-odontológica, la integral, el concepto
bolivariano de una escuela. Pero lo que les iba a decir es que el incremento de
la matrícula este año que va a comenzar, está llegando hasta hoy a 600 mil
niños. 600 mil niños que no estaban en la escuela están regresando a la
escuela. (Aplausos)
Claro, ellos no tenían, ni sus padres para
pasar la alcabala que les estaban colocando para entrar. Un peaje inmoral para
entrar a la escuela. Estamos activándonos en emergencia y solicito la
cooperación de la soberanísima Asamblea Nacional Constituyente para instar a
las gobernaciones, a las alcaldías y a la sociedad toda, a la empresa privada,
porque el problema es de todos; no es del gobierno nacional. Ni un solo niño
debe quedarse fuera de la escuela, pero hay que construir cientos de miles
de pupitres, hay que buscar los recursos para, ahora, darle atención adecuada y
de calidad a tamaña masa de niños palpitante de patria que ahora sí van a
ingresar a un sistema educativo, que merecen, que necesitan para vivir, porque
bien lo decía Bolívar: “un hombre sin estudios es un ser incompleto”.
Estas
son algunas de las cosas que estamos haciendo (Aplausos) y
que ahora continuaremos. Ahora que
ustedes han cumplido y han ejercido, más bien, el carácter originario y este
acto de hoy tiene ese profundo significado, que no le quede duda a nadie de que
la
Asamblea Constituyente
es originaria y que todos los Poderes
constituidos tendremos que subordinarnos no sólo de palabra sino de hecho
concreto, ante los soberanos mandatos que de aquí emanen, de esto centro de
luces.
Yo
confío absoluta y plenamente, en la altura, en la conciencia, en la idoneidad,
en la magnanimidad de todos ustedes, de este colectivo que está aquí, a quienes
conozco, casi a todos, en profundidad.
Así
que ningún temor me da, ningún temor debe darle a nadie en Venezuela, ni a
nadie en el mundo, porque hay un Cuerpo instalado soberanísimo que está
ejerciendo, precisamente, el mandato de un colectivo que está allá afuera clamando justicia.
Les
invito a que sigan ustedes ejerciendo soberanamente el carácter originario de
esta Asamblea cuando haya que ejercerlo,
y, como lo dije hace unos días, que nadie se equivoque con la Asamblea Constituyente.
Magnánima es la
Asamblea. Pero que no se equivoquen los que puedan estar
pretendiendo perturbarla, detenerla o desviarla.
Yo
termino diciéndoles que me voy más comprometido que nunca con este nuevo juramento. Señor Presidente, señores Vicepresidentes,
señores Constituyentes: ¡a luchar, a redoblar los esfuerzos de día y de noche
para cumplir con el juramento y para cumplir con la angustia de un Pueblo! Y
como lo dije y no lo digo por decirlo: La vida va en el esfuerzo, la vida de un
hombre entregada a un colectivo, y estoy
seguro que el mismo espíritu encierra el corazón de todos y cada uno de los
soberanos constituyentes que están en esta sala en el día de hoy.
Pero
no me quiero ir de aquí sin pedirles a ustedes, sí, que enfrenten y que
deliberen como a bien tengan ustedes hacerlo, pero creo que es necesario.
Deliberar sobre un tema, y
entiendo que aquí está la prensa internacional: Hay que decirle al mundo con
mucha firmeza y con mucha claridad lo que aquí está pasando, porque se ha
comenzado a levantar en varias partes del mundo, o están tratando de levantar
lo que se conoce con el nombre de una matriz de opinión, comparando a Venezuela
con un mundo de salvajes. Tratando de decirle al mundo que la Asamblea Constituyente es una horda
de primitivos, que el Presidente Chávez, la vieja conseja, sería una especie de
Mussolini o de Hitler, y que tiene aquí 131 subordinados absolutos, que van a
cumplir o a hacer lo que él mande. Incluso, algunos medios de prensa
internacional dan tristeza de verdad y así lo digo, pero es bueno.
Voy a salir al frente, denuncio una campaña
internacional contra Venezuela. Lo denuncio y estoy dispuesto a ir a cualquier
escenario mundial para enfrentarla y asumo mi responsabilidad. (Nutridos aplausos)
Hay una campaña salvaje contra este
país, contra el país de Bolívar, contra un Pueblo noble, hermoso, contra un Pueblo
luchador, contra un Pueblo que merece respeto de todo el mundo, como respetamos
a cualquiera de los Pueblos hermanos del mundo, como respetamos la libertad de
expresión, abogamos por la libertad de pensamiento, abogamos por la
inteligencia, le damos vivas a la integración y a la hermandad, pero no podemos
aceptar que le falten el respeto al Pueblo venezolano, porque si algo merece
respeto, reconocimiento por lo que ha venido haciendo con paciencia, con
sabiduría, aguantando un sufrimiento muy grande, es ese Pueblo nuestro que está
allá afuera. ¡Hay que salir en defensa del pueblo venezolano! Yo lo voy a hacer, donde tenga que ir,
pero ya no se trata de una labor del Presidente de Venezuela, invito a la Soberana Asamblea
a que invite delegaciones, si hubiere
que mandarla, a conversar con quien haya que conversar, para exigir respeto al
Pueblo venezolano y que todos los editores y los medios de prensa que están
sacando aberraciones (hace poco leía un reportaje de una revista que circula
por todo el mundo, de tres páginas extraje 54), ¡grandes mentiras!, ¡horrorosas
mentiras! Eso se lee en todo el mundo, pues tenemos que dejar de ser pasivos. Voy
a designar -así se lo dije esta mañana, se lo comentaba al señor secretario de
Energía del Gobierno de los Estados Unidos, Bill Richardson, con quien conversé
por teléfono, agradeciéndole y reconociendo la decisión que tomó el Gobierno
norteamericano rechazando una demanda de dumping contra nuestra venta
petrolera al Estado norteamericano, le llamé para hacerle el comentario y manifestarle nuestro
beneplácito y le dije, hablando de este tema, que vamos a hacer algo parecido a
lo que tienen allá en el Departamento de Estado, una oficina que crearon hace poco para salirle al frente a
las calumnias o a los infundíos que
sobre los Estados Unidos, según ellos,
se cometen en el mundo. Nosotros vamos a hacer lo mismo.
Voy
a crear una oficina presidencial para salirle al paso a todas esas horrorosas y
asquerosas mentiras que circulan por el mundo y que pueden dar la impresión, en
cualquier parte de este planeta, de que en Venezuela llegó una horda de
salvajes, cuando lo que llegó fue una lluvia de Pueblo, cuando lo que está es
floreciendo una patria, pues, invito a ustedes, queridos Constituyentes, a que
también asumamos la defensa de Venezuela.
Simón
Rodríguez, el sabio, cuando a Bolívar comenzaron a llamarlo tirano, por allá en
1828, escribió un libro maravilloso que se llama “El Libertador del mediodía de
América y sus compañeros de armas defendidos por un amigo de la causa social”.
Yo a nadie le pido que me defienda, yo no me importo. A mí no me importa lo que
se diga de mí aquí o en cualquier parte del mundo, pero ya me comienza a
preocupar lo que se está diciendo del Pueblo venezolano, que es el dueño
hermoso de lo que aquí está aconteciendo y no es justo que se levanten estas
voces y nadie salga al frente, escritores latinoamericanos a quienes
respetamos, a quienes hemos analizado y leído durante años, se están prestando
a un infundio, a una mentira. Sería bueno que alguien le aparezca, frente a
frente, con la misma altura a decirles: ¡Señor, usted está equivocado, el del suicidio
no es el Pueblo venezolano, el que se suicidó fue un viejo tiempo de
corruptela! ¡Ahí sí está el suicidio! (Aplausos). No el suicidio de un Pueblo,
de una nación libre, soberana, independiente. (Aplausos).
Considero
que es una obligación, tendremos que ponernos de frente al mundo. Dios
mediante, debo ir el próximo mes a la sesión de la Organización de las
Naciones Unidas, a la
Asamblea Anual , ahí tronará mi voz, pero voy a decir verdades
al mundo, Dios mediante; y luego, iré a Washington y después a El Vaticano, a
finales de septiembre, en octubre, y a Europa y al Asia, pero, claro que el
esfuerzo tiene que ser de todos. Invito a que nos juntemos todos y le hagamos
una invitación, ahí están los medios de
comunicación, abogo por la verdad y defiendo a mi Pueblo, que se transmita al
mundo la verdad de lo que aquí está ocurriendo, porque hay emisarios que vienen
aquí y colocan, después de un informe de cincuenta mil mentiras, enviados
especiales desde Caracas están trasmitiendo horrorosas mentiras que desdicen de
este tiempo que está naciendo. Si algo se requiere en el mundo de hoy es
justicia y que impere la verdad, sea cual fuere.
Estaba,
ahora sí para despedirme y permitirles que sigan trabajando y nosotros
continuar con nuestro gabinete que suspendimos esta madrugada, mirándole los
rostros a todos ustedes, tomando el juramento de don Luis Miquilena, el
presidente de esta Asamblea, cuando él hablaba del desierto por el que... casi
todos los que estamos aquí hemos cruzado desiertos, no soy el único, no. Crucé
por los desiertos que muchos de los que aquí están ya habían cruzado, conseguí
sus huellas en el desierto, y tampoco crucé el desierto solo, lo crucé junto
con muchos de los que aquí están y muchos que no están aquí en este recinto,
así que cuando escuchaba a don Luis, el presidente de la Asamblea y mi amigo,
hablar del desierto por el que hemos cruzado, estaba recordando, José León, a
ese paisano nuestro, Alberto Arvelo Torrealba, cuando escribió una copla, unos
versos, me llegó a la mente y lo voy a decir, y con esto sí, prometo que me
despido.
Quisiera
estar aquí en algunas deliberaciones y presenciarlas en vivo, lamentablemente
no he tenido tiempo ni de ver las transmisiones a través de los medios de
comunicación social, pero decía Alberto Arvelo Torrealba, hablando del
solitario de los caminos, un hombre solitario que cruza las sabanas, sin
caballo, sin mujer, solo, en soledad, sin amigos, y él va cruzando la sabana
pero cuando termina de cruzarla se vuelve y le dice:
“Médano mudo y soleao,
me voy
pero volveré,
porque tu sed me ha enseñao
a
cantar y a florecer”.
Y… al
final termina amenazándolo :
“Y por donde hoy te he cruzao,
algún
día te cruzaré,
con mi copla y mi ganao,
mi caballo y mi mujer”.
Hoy
hemos vuelto, estamos cruzando y así me siento yo, con Alberto Arvelo, cruzando
el médano, ya no solitario, sino con mi copla y mi ganao, mi caballo y mi
mujer.
Un
abrazo, queridos amigos, queridos compatriotas. (Nutridos aplausos).
EL PRESIDENTE.-Se invita a la comisión
designada para que acompañe al ciudadano Presidente de la República.
7
(Seguidamente
la comisión procede a cumplir su cometido).
Se
ruega a los ciudadanos Constituyentes a que se incorporen a sus asientos, por
favor.
Se
convoca a la
Asamblea Constituyente para las 2:00 p.m. con el propósito de
integrar las diferentes comisiones que ya están, en lo fundamental, integradas
y se ruega a los señores Constituyentes que tengan algún interés con relación a
este problema trabajen de aquí a las 2:00 p.m. junto con la Comisión que está
manejando el asunto para que puedan, incluso, enriquecerla y evitar que en la Asamblea se produzca
algún tipo de desavenencia, porque de ser posible debemos llegar aquí con un
acuerdo, un entendimiento, en relación
con la integración de las mismas.
Les
quiero adelantar que he sido invitado por el propio Presidente de la República a recibir una delegación de alto nivel del Gobierno
norteamericano, el ministro de Relaciones Exteriores y, en consecuencia, quizás
me integraré a la Asamblea
un poco después de las 2:00 p.m.
8
Muchas
gracias. Se declara ese receso hasta las 2:00 p.m.
Las taquígrafas:
Luisa Vásquez T.
Eloyna Manzano
Nilda Flames
Elvira de Barrera
Belkys Barreto Zerpa
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