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martes, 5 de enero de 2016

Debate Constituyente (05-ANC-09-08-1999)

ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE

Sesión Ordinaria del día lunes 9 de agosto de 1999

PRESIDENCIA DEL CONSTITUYENTE
LUIS MIQUILENA

VICEPRESIDENCIA DEL CONSTITUYENTE
ISAÍAS RODRÍGUEZ DÍAZ

SUMARIO

1.-Apertura de la sesión.
2.-Derecho de palabra para el Constituyente Vladimir Villegas, acerca del ingreso de periodistas al recinto de sesiones. La Presidencia emite aclaratoria.

Orden del Día

3.-Único: Considerar el planteamiento del Presidente de la República, ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, de poner su cargo a la orden ante la Asamblea Nacional Constituyente, realizado en su discurso del día 5 de agosto de 1999.

4.-Intervención del Constituyente José León Tapia para proponer proyecto de Acuerdo ratificando al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías como Presidente de la República.

5.-Punto de información del Constituyente Antonio Di Giampaolo, acerca de error en el artículo 6º del Estatuto.

6.-La Presidencia nombra la comisión que participará al Presidente de la República la decisión tomada por la Asamblea.

7.-Clausura de la sesión.
1
EL PRESIDENTE.-Ciudadano Secretario, sírvase informar si hay quórum.

EL SECRETARIO.-Hay quórum, ciudadano Presidente.

EL PRESIDENTE.-Se declara abierta la sesión. (Hora: 4:58 P.M.). Tiene la palabra el Constituyente Vladimir Villegas para un punto de información.
2
CONSTITUYENTE VILLEGAS (VLADIMIR).-Presidente, colegas miembros de la Asamblea. Tomé la palabra por lo siguiente, en días recientes se presentó una propuesta en el Reglamento, con respecto a la restricción para el acceso a la sala de sesiones. Acordamos, si mal no recuerdo, permitir el acceso de los reporteros a la sala, es decir, a los reporteros sin los equipos y no es que van a realizar entrevistas en el seno de la Asamblea sino para entrar y contactar y observar la sesión, como ha sido costumbre. Fui reportero durante muchos años aquí, como ha sido una conquista del gremio periodístico durante muchísimos años. Es un contrasentido que el Colegio Nacional de Periodistas y el Sindicato que lucharon por esto, ahora se encuentren con que nuevamente existe limitación en la entrada, porque no están permitiendo la entrada de los colegas periodistas. Solicito formalmente a la Asamblea que se ratifique, por supuesto, lo que ya es una decisión y que está en el Reglamento en el sentido de que se dispondrá la medida para que esta decisión de restricción no afecte el ingreso de representantes de los medios de comunicación social y le pido a la Presidencia que por favor tome las medidas del caso para que se ejecute lo decidido por esta Asamblea de manera soberana. Pero que se ejecute, no están permitiendo el acceso.

EL PRESIDENTE.-Se toma nota de la información que ha hecho el Constituyente Villegas y se le pide a la Secretaría que por favor permita el acceso de los periodistas que estén allí, siempre que no perturben el desarrollo de la Asamblea con entrevistas, con intervenciones de ninguna naturaleza.

EL SECRETARIO.-Se ha tomado nota, Presidente.

EL PRESIDENTE.-Ciudadano Secretario, sírvase informar el objeto de la sesión.

EL SECRETARIO.- (Lee):

3
            Asamblea Nacional Constituyente. Objeto de la sesión del día lunes 9 de agosto de 1999. Único: considerar el planteamiento del Presidente de la República, ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, de ponerse su cargo a la orden ante la Asamblea Nacional Constituyente, realizado en su discurso del día 5 de agosto de 1999.

            Es todo, ciudadano Presidente.

EL PRESIDENTE.-En consideración el punto leído. Tiene la palabra el Constituyente José León Tapia.

4
TAPIA CONTRERAS (JOSÉ LEÓN).- (Desde la Tribuna de Oradores). Señor Presidente y demás miembros de la Directiva de la Asamblea Constituyente de Venezuela que cambiará un destino en este país. Creo que es el motivo por el cual estamos presentes todos los aquí, sin distinción ni ningún problema ideológico o político. Cuando se me designó de parte de la Presidencia de esta Asamblea para decir estas palabras y hacer esta proposición, ha sido para mí un inmenso honor y una alta satisfacción personal. Primero, por los nexos que me unen al señor Presidente de la República, cuando en este país ni siquiera se soñaba que él podía llegar a ser Presidente alguno, cuando era un simple teniente en las llanuras de Apure, que recorrimos tantas veces juntos. Nexos tan importantes, y para mí con cierta validez de escritor muy importantes, más todavía, porque uno de mis libros despertó en él una inquietud, tal como lo ha confesado en múltiples oportunidades y esa inquietud fue el amor por este país, la decisión de cambiar este país, la decisión de que se estableciera un proyecto bolivariano con el cual estoy profundamente identificado.

            Por eso, acepté ser candidato a esta Asamblea Constituyente, con la condición de independiente apoyado, indiscutiblemente por gente del Polo Patriótico, pero hice una campaña personal por todo el Barinas donde tengo un alto prestigio por mi condición de 40 años como médico y por escritor de 15 libros de mitos y leyendas de todo lo que significa mi tierra llanera.

            Estos nexos con el Presidente son indiscutiblemente el primer motivo para aceptar este alto honor de hacer esta proposición y aparte de todo esto, la identidad que mantengo con los principios de cambio, que este país está esperando desesperadamente.

            Por eso mi aspiración es muy importante antes de leer esta proposición y que de esta Asamblea Constituyente salga un consenso de equilibrio, un consenso en que entendamos perfectamente que aquí no estamos en disquisiciones, aquí estamos jugándonos el destino de esta Patria. Aquí no estamos nosotros sino queriendo a Venezuela y demostrando el amor con profundidad, con la inmensa profundidad del patriotismo que debe embargar nuestros corazones, en quienes se dice que están en la oposición y en quienes se dice que están con el proyecto. Aquí tenemos que olvidar todo ese mundo de diferencias para mantenernos en una posición digna por esta Patria, en uno de los momentos más trascendentales de toda su historia, en los últimos 60 años.

            Por consiguiente, también espero y lo digo con la autoridad de un hombre de mi edad, y al mismo tiempo con la autoridad que me da mi prestigio personal en este país, afortunadamente reconocido por muchos de mis amigos, aquí presentes. Y digo que ojalá y así sea, con el favor de Dios y el amor por Venezuela, que de esta Asamblea Constituyente salgamos incólumes, dignos, con absoluta confianza en que hemos hecho una gran labor por este país, sin sectarismos marcantes, sin disposiciones sectarias que en otra oportunidad, en los años 46, 47, hicieron fracasar una Constituyente. Como está aquí gente que fue testigo de aquel proceso, y por consiguiente también porque deseo que la honestidad, la dignidad, la honradez, la austeridad, el honor se imponga por sobre las apetencias personales que tanto invaden los corazones jóvenes, cada vez que se ven en una oportunidad de llegar al Poder, o por lo menos estar cerca del mismo.

            En tal sentido, les diré también que estoy aquí, iniciando estas palabras, por el compromiso adquirido y el hombre es del tamaño del compromiso que adquiere y cuando doy una palabra la mantengo con la lealtad de un barinés, como le dijo el General Bolívar, una vez, a Don Pedro Briceño Méndez, Don Perucho, mi coterráneo barinés. También quiero, afirmar para terminar de hacer esta proposición, que cuando termine esta Asamblea Constituyente, con el corazón henchido de patriotismo, de haber cumplido con un deber, sin aspiraciones de ningún otro tipo, de ser congresista, diputado, gobernador, regresaré a mi tierra (aplausos), a mi mundo de libros, a mi mundo de sueños, a mis enfermos, que me están esperando.

            Por eso quiero leer con un alto honor, la proposición que voy hacer:

LA ASAMBLEA NACIONAL

CONSTITUYENTE DE VENEZUELA

En nombre y representación del Pueblo soberano de Venezuela, en ejercicio del Poder Constituyente Originario otorgado por éste, mediante referéndum apoyado democráticamente el 25 de abril de 1999, para transformar el Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento efectivo de una democracia social y participativa,

Considerando:

            Que el ciudadano presidente de la República, Hugo Chávez Frías, en discurso del día 5 de agosto de 1999 manifestó que colocaba su cargo a la orden de esta Asamblea Nacional Constituyente, por considerarla la superior expresión del pueblo soberano al cual deben someterse los poderes constituidos;

que el ciudadano Presidente de la República fue electo por una amplia mayoría en comicios democráticos celebrados el pasado 6 de diciembre de 1998 y durante el ejercicio de su cargo ha impulsado el proceso de transformación democrática y la estructura del Estado y de las bases de la sociedad venezolana;

que la permanencia del ciudadano Hugo Chávez Frías en la Presidencia de la República constituye un apoyo importante para la implementación de los medios que adopte la Asamblea Nacional Constituyente y una garantía para que el actual proceso de transformación integral de nuestra Nación culmine con éxito, aspiración de todos los aquí presentes,

Decreta:

Artículo primero: Se ratifica al ciudadano Hugo Chávez Frías en el cargo de Presidente Constitucional de la República de Venezuela, para el cual fue electo democráticamente el pasado 6 de diciembre de 1998. (Aplausos).

Artículo segundo: Se fija el próximo miércoles 11 de agosto del año en curso para que en la sede de la Asamblea Nacional Constituyente se proceda a la juramentación del ciudadano Hugo Chávez Frías.

Artículo tercero: Queda encargado de la ejecución del presente Decreto el Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, a quien se comisiona para que en el ejercicio de sus funciones, juramente al ciudadano Hugo Chávez Frías;

Artículo cuarto: Publíquese el presente Decreto en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela y comuníquese al ciudadano Presidente de la República.

Dado, firmado y sellado en la sede de la Asamblea Nacional Constituyente, en Caracas a los nueve días del  mes de agosto de mil novecientos noventa y nueve. Año 189º de la Independencia y 140º de la Federación.

Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente,
Luis Miquilena

Primer  Vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente,
Isaías Rodríguez

Segundo  Vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente,
Aristóbulo Istúriz

            En tal sentido dejo esta proposición a la buena voluntad, a la fe, de todos los aquí presentes, repito, sin distinciones ante un hecho inevitable e indispensable para mantener el equilibrio al que todos esperamos en esta Patria que está renaciendo.

Muchas gracias. (Aplausos).

EL PRESIDENTE.-En consideración la proposición leída. Tiene la palabra el Constituyente Di Giampaolo

CONSTITUYENTE DI GIAMPAOLO (ANTONIO).-Presidente, yo había pedido un punto de información, prefiero esperar que se agote el debate en relación a este tema y luego intervengo.

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra el Constituyente Allan Brewer Carías.

CONSTITUYENTE BREWER CARÍAS (ALLAN).- (Desde la tribuna de oradores). Señor Presidente, apreciados Constituyentes: Como miembro de esta Asamblea y a título personal, por supuesto, aprecio el gesto del señor Presidente de la República de ponernos su cargo a la orden.

            Esto hubiera tenido un sentido lógico si el título del Presidente de la República fuese ilegítimo o hubiese alguna duda sobre su legitimidad; pero no, el Presidente de la República fue electo  democráticamente el 6 de diciembre pasado con una muy apreciable mayoría que no deja lugar a duda alguna sobre la legitimidad de su título como Jefe de Estado y Jefe de Gobierno.

            El Presidente no necesita, para gobernar, en mi criterio, que esta Asamblea lo ratifique, pero si a pesar de ello así lo quiere, honor que nos hace.

            Sin embargo, hay que recordar que gestos como éste, lamentablemente, los reseña la historia sólo cuando algún líder ha querido legitimarse, por la carencia de títulos adecuados ante una asamblea propia. No quisiera que así se recordara el gesto del Presidente de la República.

            Así lo hizo, por ejemplo, hace 480 años, Hernán Cortés, al desembarcar en las costas de México sin licencia para descubrir y poblar, pues la que tenía del gobernador de la isla de Cuba, Diego de Velásquez, éste se la había revocado. Para legitimarse en la conquista, fundó la ciudad denominada “Villa Rica de la Vera Cruz” y aun cuando no tenía licencia para ello, nombró sus regidores y alcaldes, como era costumbre fundacional, y al día siguiente renunció ante ellos al mando y les dijo lo siguiente, con la venia del Presidente (asentimiento), leo:

            «Bien sabéis que yo gobierno el ejército sin otro título que un nombramiento de Diego de Velásquez, que fue con poca intromisión escrito y revocado. Dejo aparte la sin razón de su desconfianza, por ser de otro propósito, pero no puedo negar que la jurisdicción militar de que tanto necesitamos, se conserva hoy en mí, contra la voluntad de su dueño, y se funda en un título violento que trae consigo mal disimulada la flaqueza de su origen.

            »A vosotros, señores, toca el remedio de este inconveniente y el Ayuntamiento en quien reside hoy la representación de nuestro Rey,  puede en su real nombre proveer el gobierno de sus armas, eligiendo personas en quien no concurran estas nulidades.

            »Muchos sujetos hay en el ejército capaces de esta ocupación y en cualquiera que tenga otro género de autoridad, o que lo reciba de vuestra mano, estará mejor empleado.

            »Yo desisto, desde luego, del derecho que pudo comunicarme la posesión y renuncio en vuestras manos el título que me puso en ellas, Para que discurrais contad con todo el arbitrio en vuestra elección y puedo asegurarles que toda mi ambición se reduce al acierto de nuestra empresa y que sabré, sin violentarme, acomodar la pica en la mano que deja el bastón, y si en la guerra se aprende el mandar obedeciendo, también hay casos en que el haber mandado enseña a obedecer».

            Esto dijo Hernán Cortés ante sus alcaldes y regidores. Y, dicho esto, arrojó sobre la mesa el título de Diego de Velásquez y entregó el bastón de mando a los alcaldes retirándose.

            Los alcaldes aceptaron la renuncia de Cortés y de seguidas, como sin duda estaba previsto, lo nombraron Capitán General y Justicia Mayor, es decir, Gobernador del Ejército de Nueva España.

            Este no es el caso del señor Presidente de la República, Hugo Chávez Frías: él tiene toda la legitimidad necesaria como Presidente de la República por elección popular, para ejercer su función de gobierno que tanto necesitamos en el país.

            Por ello estimo que esta Asamblea no tiene pronunciamiento alguno que hacer en este caso, salvo el de agradecer al Presidente su gesto para con nosotros. Gracias.

EL PRESIDENTE.-Continúa el debate. Tiene la palabra el Constituyente Franceschi.

CONSTITUYENTE FRANCESCHI (ALBERTO).- (Desde la tribuna de oradores). Señor Presidente, colegas Constituyentes: Para mí, Hugo Rafael Chávez Frías es Presidente de Venezuela desde el 12 de febrero del año en curso y lo será hasta el 2 de febrero del año 2004.

(Le apuntan que es 4 de febrero)

EL ORADOR.- ¿Por qué 4, si era 2?  El 4 es el desfile obligado del ejército. 2? Okey.

            De manera que cuando se cumplan los 5 años para los cuales fue electo por el Soberano, tan Soberano es el que eligió a Chávez el 6 de diciembre, como Soberano es el que nos eligió a nosotros. Quiero decirles que no participaré en esta votación, porque considero que esto es parte de una propuesta de liquidación del viejo liderazgo político del país, que bien lo tiene merecido, más que se ha escogido este camino un poco  original, digamos, para andar más o menos rápido en la liquidación del viejo estamento político anterior.

            Que quede claro entonces, que cuando se propone  esta -no voy a calificarlo con adjetivo- ratificación del Presidente de la República por esta Constituyente, lo que se quiere es indicarle a los gobernadores, a la alta Corte, a todos los funcionarios electos o de elecciones más o menos recientes, que también deberían estar en la obligación de poner sus cargos a la orden de lo que supone sería una razzia electoral del Polo Patriótico para sustituirles en esos cargos.

            El Presidente no corre el menor riesgo de ser sustituido por esta Asamblea Constituyente. Él dice que él lo había propuesto antes de saber los resultados; bueno, mérito le cabe para ser tan previsivo, de que creyendo tanto como ha creído en esta Constituyente, antes de saber si había ganado o perdido ya ponía su cargo a la orden.

            Pero es un hecho, amigos, no vine aquí a ratificar al Presidente, para mí el Presidente es absolutamente legítimo desde el 2 de febrero pasado  y lo será hasta que la nueva Constitución decida si, incluso, decide alargarle o acortarle su período. Para eso, me imagino, sí tendrá soberanía desde esta Constituyente con el acuerdo, por supuesto, de los Poderes públicos.

            Pues bien, no voy a participar en la ratificación del ciudadano Presidente; para mí está ratificado desde el 6 de diciembre cuando el Pueblo lo eligió.

            Aunque su juramento haya sido un poco accidentado, por decir lo menos, sobre la moribunda, quiero recordarles a todos que ustedes mismos han decidido que la moribunda continúa.

            La moribunda es la que le ha permitido al Presidente tener todos los privilegios de mando que tiene en sus manos; todos los resortes de Poder que podía acumular un Presidente los tiene en sus manos, incluso más de lo que habían imaginado muchos de ustedes.

            De manera que hasta el día en que sea proclamada por un Referéndum positivo la nueva Constitución, la moribunda estará efectivamente, en vigencia. Y la moribunda consagró a Chávez como Presidente de esta República, y mientras no exista una sustitución de la moribunda por la moribunda seguirá siendo Presidente hasta que esta Constituyente, con un Referéndum que ratifique lo que aquí resolvamos, entonces revalide ese mandato.

            Sigo creyendo que todo lo que hagamos será efectivamente, de una gran legitimidad, con un pequeño detalle: El Soberano deberá ratificarlo primero en un Referéndum. Buenas tardes, muchas gracias.

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra (El Constituyente) Hermann Escarrá.

CONSTITUYENTE ESCARRÁ (HERMANN).- (Desde la tribuna de oradores).

            Honorable Presidente de la Asamblea Nacional  Constituyente, Vicepresidentes, honorables Constituyentes: El hecho que estamos presenciando es un hecho trascendental de naturaleza histórica muy poco comparable en lo que ha sido la historia constitucional de Venezuela. Eso nos obliga, (Constituyentes) Franceschi, Brewer Carías, a hacer una reflexión en primer lugar, de orden jurídico. Nosotros, después de un momento Constituyente que se activó, no por un golpe de estado, no por una revolución violenta, sino por un proceso grave y severo de deslegitimación de los Poderes constituidos, fuimos a una consulta popular.  En esa consulta popular, inédita en la historia de Venezuela, el Pueblo se manifestó  por convocar de inmediato a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter originario, refundacional y dispuesta a la trasformación definitiva del orden jurídico y político que sustenta al Estado venezolano.

            Esa idea, probablemente inédita, de ir a un Proceso Constituyente Originario y  refundacional, no como producto de la violencia, no como producto de una ruptura sobrevenida del orden jurídico político,  ennoblece, por supuesto, a las glorias del Pueblo de Venezuela, pero también responsabiliza con los objetivos, misión, naturaleza misma del proceso y de esta Asamblea.

            Si hemos dicho que la Asamblea Nacional  Constituyente es Originaria y que su objeto, entre otros, es refundar  la República, entonces no es menos cierto que los poderes constituidos se subordinan al Poder constituyente originario delegado temporalmente en esta Asamblea.

            De allí que, efectivamente, el acto del señor Presidente de la República es un acto paradigmático. El acto, ciertamente, (Constituyente) Franceschi, tiene por objeto no solamente  confirmar el carácter Soberano, Originario y  Refundacional de esta Asamblea, sino exhortar a los Poderes constituidos también a homologar lo que ya está en el Reglamento, y es que el Poder constituido está subordinado  al Poder Constituyente Originario.

            En consecuencia, respetando los disentimientos, vengo a acompañar al (Constituyente) profesor Tapia en la propuesta que él acaba de hacer. Se trata ciertamente de confirmar al Presidente, pero precedido de un acto de profunda liturgia constituyente y democrática. El Presidente, que, como bien se dijo aquí, ganó con una considerable mayoría el ejercicio de la Presidencia de la República de acuerdo al sistema presidencial, de la jefatura de Estado, de la jefatura de Gobierno y el carácter de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Nacionales, vino a este recinto a poner su cargo a la orden en una extraordinaria y genuina lección democrática. Es esa lección democrática la que debe ser objeto de parte de todos nosotros, de la más profunda de las reflexiones.

            En consecuencia, culmino esta reflexión señalando que esa liturgia constituyente, que ese acto profundamente democrático, es un acto paradigmático porque demuestra que no fue necesario ni un acto violento  ni un acto plebiscitario ni la homologación de cualquier forma de personalismo o autoritarismo, sino un gesto republicano de respeto al Proceso Constituyente.

            En consecuencia, apreciado (Constituyente) profesor Brewer Carías, estimado (Constituyente) amigo Alberto Franceschi, debo decir que ese concepto democrático que hoy ratificamos aquí nos coloca en los anales de la historia constitucional y del mejor derecho político de América. Por cierto,  vinculado a gestos que nuestra historia no podrá olvidar como aquella tarde inmensa, ecuménica de Angostura donde también se estaba definiendo el destino de un Pueblo, de una nación, de un país. Gracias. (Aplausos).

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra el Constituyente Ángel Rodríguez.

CONSTITUYENTE RODRÍGUEZ (ÁNGEL).-Buenas tardes, Junta Directiva, señores Constituyentes. La Presidencia de la República, como institución, es parte del Poder Constituido. El Presidente es una expresión del Poder Popular, del Soberano. En consecuencia, diría lo siguiente: Esta Asamblea restituye al Poder Constituido a alguien o designa como Poder Soberano de ella a alguien que se encargue de esa institución.
Me parece que nosotros como Asamblea Nacional Constituyente y como Poder Soberano debemos designar al Presidente de la República para que asuma las funciones inherentes a su cargo y las que emanen de esta Asamblea Nacional Constituyente.

Pienso que la palabra restituir en ese actual decreto, no está acorde  con la Soberanía que emana de esta  Asamblea y propongo que esa palabra se cambie y se ponga “que se designa al ciudadano Hugo Chávez por sus méritos y la representatividad y el apoyo popular que tiene, como Presidente de la República y que se responsabilice de sus actividades inherentes al cargo y de las que de esta Asamblea emane”, porque de lo contrario estamos dándole vigencia a algo que está subordinado a esta Asamblea Constituyente. Es Originaria, Soberana y en consecuencia es un acto de gobierno de esta Asamblea designar a alguien que encargue de un poder constituido.

            Muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos).

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra el Constituyente Mario Isea.

CONSTITUYENTE ISEA (MARIO).- Señor Presidente, colegas Constituyentes. Quiero referirme, en primer lugar, a una afirmación que venimos compartiendo desde el principio del debate en relación a las características pacíficas de la salida democrática que es la Asamblea Nacional  Constituyente.

Decimos que es una salida sin violencia, pero quiero destacar que a veces olvidamos toda la violencia acumulada durante el proceso de varias décadas. No es verdad que el resultado no haya tenido un costo de alto sufrimiento y de alto ejercicio de la violencia. ¿Cuántos muertos por desnutrición? ¿Cuántos muertos de mengua en los hospitales? ¿Cuántos movimientos rebeldes de distintos signos? Porteñazo, Carupanazo, 27 de febrero de 1989, 4 de febrero, 27 de noviembre. ¿Cuántos muertos en las calles de Caracas, Carabobo, en el Zulia? ¿Cuánta violencia que a veces se nos olvida? El Pueblo no quiere más violencia y quiere un resultado pacífico y hay consenso en que la Asamblea Nacional Constituyente, es una salida pacífica y democrática a una crisis que se ha expresado con un alto grado de violencia en las últimas cuatro décadas fundamentalmente.

            Por otro lado, quiero señalar que algunos de los personeros que no mostraron nunca voluntad política por los cambios, que trataron de impedir, primero, el triunfo del presidente Chávez; después, que se diese el Referéndum; intentaron retardar la elección del 25 de julio, y luego, legítimamente, compitieron en esta elección tratando de lograr una correlación de fuerzas distinta, fracasando en su intento, quieren devaluar hoy un gesto que tiene un alto significado: El significado de ratificar el carácter originario de la Asamblea, el significado de que el Poder Ejecutivo expresa de manera clara y precisa que esta Asamblea Nacional Constituyente no está subordinada a ninguno de los Poderes constituidos y antes del resultado manejé encuestas que en un momento del proceso mostraban una correlación de fuerzas distintas, mostraban, por ejemplo, en el caso del Zulia, una correlación que tendía a ser mitad a favor de quienes se mostraban afectos a las propuestas de cambio liderada  por el Presidente y mitad a favor de quienes profesaban otras tesis relativamente contrarias o absolutamente contrarias en algunos casos. Si la correlación de fuerzas hubiese sido distinta estaríamos valorando con mucho más fuerza el gesto. La correlación de fuerzas es a favor del cambio y el Presidente somete a consideración, a mi juicio, que se ratifique la decisión popular del 6 de diciembre que eligió a Hugo Chávez Frías, presidente de la República para que dirigiese o liderase este proceso de cambio, y él ha dicho con mucha precisión que todo su Poder, su esfuerzo y su liderazgo, lo subordina a las decisiones de esta Asamblea Nacional Constituyente. Así lo expresó desde esta tribuna, así entiendo su gesto y por ello creo que esta Asamblea lo que tiene que pronunciar es una ratificación de la decisión popular del 6 de diciembre que designó al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías como legítimo presidente de la República de Venezuela. (Aplausos).

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra el Constituyente Leopoldo Puchi.

CONSTITUYENTE PUCHI (LEOPOLDO).-Señor Presidente, compañeros miembros de la Asamblea Nacional Constituyente. Saliendo hoy de la sede del M.A.S (Movimiento al Socialismo), de mi partido, un grupo de periodistas me preguntaba acerca de una declaración de un dirigente de una organización que decía iba a ir a la Corte Suprema de Justicia para solicitar la nulidad del artículo 1 del Estatuto de la Asamblea Nacional Constituyente.

            Por un momento quede aturdido, incapaz de comprender cómo a estas alturas de la vida, alguien podía estar en una línea o en un pensamiento de esa naturaleza. ¿Cómo era posible que después de 20, 30 años, cuando se creó aquella famosa Comisión Presidencial para la Reforma del Estado, hace 20 años, que se comprometieron a realizar cambios en Venezuela y no realizaron un solo cambio en el país, ciegos ante la realidad.

            Luego, aquel 27 de febrero y aquella sublevación en el seno de las Fuerzas Armadas del año 92, tampoco tuvo la fuerza para abrirle los ojos a toda esa camada del liderazgo venezolano, que a lo largo de tanto tiempo ha sido incapaz de comprender el proceso político venezolano.

            Ahora, en plenas sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente, vuelven a  repetir el mismo y soberbio error que durante tantos años cometió, no digamos el viejo liderazgo político, sino también toda esa generación, prácticamente perdida, de brillantes discurseadores, de intelectuales y articulistas que vivían en un mundo ficticio y no en la Venezuela real de nuestros tiempos.

            Plantear eso hoy prácticamente es un acto de verdadera alienación, no vivir en el país o vivir en otro tiempo, es verdaderamente una cuestión para psiquiatras.

            Se ha perdido con ello toda una intelectualidad que todavía hoy se para aquí, se para allá, plantea y no comprenden en absoluto lo que pasa en Venezuela. Pues bien,  pasa y es inevitable.

            Por eso respaldo, porque no me parece una simple formalidad la propuesta realizada el día de hoy. La propuesta realizada no es un simple ritual, que lo es y necesario, sino que también consagra el acto constituyente. Lo consagra de la manera como hemos venido realizando este proceso peculiar, que es esta revolución venezolana.

            Muchos hubieran querido y hasta era su salvación, que el proceso hubiese derivado hacia la violencia, a que la ruptura, porque ruptura es, hubiese sido el resultado de un acto de violencia, pero quizás el cielo, expresado a través de ese Pueblo, fue el que hizo posible que esta ruptura se diera en los términos pacíficos, inéditos, insólitos para el mundo entero en que se está dando ese proceso revolucionario en Venezuela, y que el Presiente lo haga y se comprometa a hacerlo con el proceso revolucionario, luego de seis meses en la Presidencia, también es algo inédito, insólito, en nuestro país; donde a lo que estamos acostumbrados, a lo largo de su historia, es que a los líderes políticos cuando se encumbran se les olvida el compromiso revolucionario, donde poco a poco es el pacto político el que sustituye el compromiso con el Pueblo y con la Revolución en el país. Esa trayectoria, esa tradición de Venezuela ha sido rota con el gesto del Presidente de la República al comprometerse a fondo, sin medias tintas y venir aquí a la Asamblea Nacional Constituyente a hacer un planteamiento que, a fin de cuentas, lo que hace es ratificar el compromiso con la naturaleza revolucionaria del proceso que estamos adelantando y además reivindica la estrategia adoptada el mismo 25 de julio, conveniente, acertada, que se tomó como decisión a raíz de los formidables resultados electorales y el inmenso respaldo del Pueblo venezolano al proceso de cambio que estábamos emprendiendo. Y allí se dijo con mucha firmeza y con magnanimidad: los Poderes no tienen por que ser sustituidos, no tienen por que ser disueltos, pero que no se dude, están subordinados.

            Con este acto de hoy creo que estamos ratificando proceso de ruptura, estamos ratificando proceso inédito y pacífico y estamos ratificando la convicción de que esta ruptura es para el bien de Venezuela.

            Muchas gracias.  (Aplausos).

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra (El Constituyente) Earle Herrera.

            (Un constituyente solicita un punto previo).

EL PRESIDENTE.- ¿Quién pide un punto previo?

CONSTITUYENTE LEÓN (NÉSTOR).-Néstor León, del Yaracuy.

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra (El Constituyente) Néstor León.

CONSTITUYENTE. LEÓN (NÉSTOR).-Solicito, con todo el respecto, señor Presidente, honorables compatriotas, que ya con los que están inscritos cerremos este debate, porque esto es algo que veo que vamos a estar hablando y dando discursos y discursos, cuando realmente lo que nuestro Presidente nos dio fue un punto de honor para continuar y hacer que los demás Poderes así lo hagan en esta sala.

            Pido, señor Presidente, con todo respeto, un punto previo, que con los inscritos se cierra el debate. Gracias.

EL PRESIDENTE.- ¿Tiene el apoyo del punto previo? Los Constituyentes que estén de acuerdo con el punto previo que lo manifiesten con la señal de costumbre. (Pausa). Aprobado.

            Tiene la palabra el Constituyente Earle Herrera.

CONSTITUYENTE HERRERA (EARLE).-Buenas tardes, señor Presidente, amigos Constituyentes: Mi intervención se debe a una analogía histórica que se hizo aquí de dos momentos que de ninguna manera se pueden parangonar.

            Hace más de 500 años, unos cazadores aztecas derribaron un águila, luego la recogieron y vieron que aquella águila tenía en su frente un espejo y en el espejo vieron a unas criaturas mitad hombre, mitad bestia, con las caras llenas de pelo, que venían corriendo hacia ellos y le llevaron esa águila al Emperador y el Emperador llamó a los sacerdotes de aquella cultura extraordinaria, y éste dijo: “vienen a invadirnos y nos vencerán”.

            Poco después, después de la noche triste, llegó a México Hernán Cortés, el conquistador, el destructor de una extraordinaria civilización. Hernán Cortés, que se compara hoy con el gesto de Hugo Chávez, fue el destructor de las culturas originarias de América, mientras Hugo Chávez convocó a esta Asamblea Constituyente a las culturas originarias de Venezuela. (Aplausos)

            Con Hernán Cortés venían misioneros y soldados, entre ellos Bernal Díaz del Castillo y Bernardino de Saugú, gracias a los cuales pudimos conocer y ahondarnos en la etapa crepuscular de la cultura azteca. Nosotros sabemos muy bien quién fue Hernán Cortes.

            Si ustedes van por algunas de las ciudades de España, lo conseguirán en las estatuas como un héroe. El recuerdo que nosotros tenemos es el de un etnocida. El de un señor que, junto con los demás conquistadores, trató de borrar todo vestigio de una de las más grandiosas, extraordinarias, portentosas civilizaciones que se han conocido en todos los tiempos de la Humanidad. No se puede comparar, no puede haber analogía posible entre quien conquistó y destruyó y entre quien quiere liberar.
Finalmente, Hernán Cortés, en nombre de los reyes de España, quemó las naves y el Presidente Hugo Chávez, con su gesto de poner su cargo a la disposición de esta Asamblea Nacional Constituyente, no está quemando las naves sino poniendo las naves a la orden del Pueblo venezolano, para que avance victorioso hacia su verdadera liberación.

            Muchas gracias. (Aplausos).

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra el Constituyente Freddy Gutiérrez.

CONSTITUYENTE GUTIÉRREZ (FREDDY).- Probablemente, mis queridos amigos, si yo pregunto acá quién es Caridad, seguramente, unos lo saben, otros no. Si pregunto acá quién es o fue Luz, algunos lo saben, otro no. Quién fue Laureano, unos lo saben, otros no.

            Pues bien, Luz, Caridad, Laureano, fue y es Hugo Chávez Frías.

            Lo que se está planteando en este instante no es un acto jurídico formal en el cual se pone un cargo a la orden de una Asamblea que ratifica o no, sino que tiene un sentido político que hay que tomarlo en toda su dimensión. Se trata de cristalizar un sueño que por muchos años, muchos venezolanos han tenido, hemos tenido, y hoy apunta a ser una realidad. Todavía no lo es, pero vamos apuntando para que así sea.

            El acto de Hugo Chávez Frías, Caridad, Laureano, Luz, es la ratificación del proceso que se dio en Venezuela -para decirlo en un segmento- entre 1989 y el momento actual.

            Se trata de ratificar momentos en los cuales, recuerdo en mi oficina de posgrado, en Los Chaguaramos, en el piso 10, alguna vez Caridad, otra vez Gabriel, alguna vez Simón, que está atrás, el Capitán Blanco La Cruz, estuvimos conversando, para ver de qué modo se iba a producir la acción cívico-militar del 4 de febrero. Incluso, esa acción no iba a ser el 4 de febrero, sino en diciembre de 1991. No se logró adelantar esa acción en ese momento y hubo necesidad de esperar, pero es la ratificación de Joel Acosta Chirinos, quien ocupó la Carlota y donde no hubo fuegos artificiales. A veces se dice que el Proceso venezolano ha sido un proceso casi que ha vivido y muere en la paz del Señor. No. Joel Acosta chirinos; Jesús Urdaneta Hernández, hoy Director de la Disip; Francisco Arias Cárdenas, hoy Gobernador; Miguel Ortiz Contreras, muerto en extrañas circunstancias en París; Caridad; iniciaron un proceso junto con el capitanazgo de entonces, que fue un grupo extraordinario: Gerardo Márquez; Blanco La Cruz -de nuevo-, Vielma Mora, está aquí, uno de los más jóvenes, quien acaba de salir con el grado de capitán y se alzó siendo teniente; Jorge Durán Centeno, que viene del Zulia; Ameliach, que no lo puedo olvidar; Eliézer Otaiza Castillo, con seis o siete perforaciones del bala el 27 de noviembre; es decir, un proceso que ha costado sangre, sudor y lágrimas. No ha sido un proceso sencillo.

            El acto de Hugo Chávez Frías, mis queridos amigos, ratifica también lo que ocurrió el 27 de noviembre. Ratifica a Francisco Visconti -no sabíamos dónde estaba, finalmente había salido de la base de Maracay hacia el Perú con un grupo de guerreros que se adelantaron- a Castro Soteldo. Estoy viendo a Freddy Bernal, mi tocayo; por cierto, en cuestión de horas adelantó una acción dentro de la policía cuando dirigía el Grupo Z.

            ¡Caramba!, venezolanos como Carlos Melo, quien estuvo íntimamente imbricado en esta acción, es más tomó la zona de Catia  y tal vez vale la pena recordarlo. Incluso, Earle cuando hablaba acá, recordaba a esta jovencita a quien le dieron un bombazo en la Plaza de Petare. Recuérdame el nombre (La Constituyente Desirée Santos le dice  María Verónica Tesari)   María Verónica Tesari, muerta con un coágulo.

            Mis queridos amigos, el acto de Hugo Chávez Frías no es un acto sólo jurídico formal, para ver si nosotros ratificamos o no, para que él continúe en la Presidencia, ni un acto de arrogancia -me perdona mi querido (Constituyente) Brewer Carías) con Hernán Cortés, con Pizarro o con Diego de Lozada. No. Es, mis queridos amigos, la ratificación de un Proceso Revolucionario, que se inició, que no ha terminado y que lo vamos a continuar a como de lugar. Se trata de eso. (Aplausos).

            Es más, en el día de hoy, nosotros, necesariamente, tenemos que decir que es necesario ocupar el espacio, pero no es solamente Acción Democrática y Copei y el desalojo de éstos. Acá en Venezuela, conglomerados transnacionales, bufetes de esos conglomerados transnacionales, grupos de economistas que han deformado su economía en el ejercicio de su profesión, maulas del periodismo, tienen que ser desalojados y reemplazados por reivindicadores de la comunicación social, por reivindicadores del Derecho.

            ¿De qué manera se ejerce el derecho hoy? Mis queridos amigo, no es posible ejercer el Derecho válidamente, escrupulosamente, si no se le paga a un alguacil, si no se le paga a un Secretario; ni siquiera en un proceso de divorcio o en un proceso correccional en materia de menores, se puede practicar una situación, si quien está actuando no paga. Eso no puede ser. Justamente lo que queremos es reemplazar y estamos haciéndolo.

            Hay un nuevo grupo militar que está teniendo una posición relevante. Hay un nuevo grupo de docentes universitarios que tienen una posición relevante; periodistas, comunicadores sociales que igualmente  lo tienen y, tal vez, mi querido amigo, en este sentido voy a  hacer un reconocimiento a los miquimachis.

            Seguramente lo recuerdan quienes aquí saben de historia. Me estoy refiriendo a nuestro señor Presidente de la Asamblea, quien ha mantenido una posición de constancia sostenida, un deseo endemoniado de cambio por el país; incluso, supo ser capaz de estar en el silencio y saber emerger en el momento oportuno y, por qué no recordar también a quienes aquí veo, dos políticos que han tenido una constancia enorme. Me estoy refiriendo a García Ponce y a Pablo Medina.

            ¿Es que acaso no  recuerdan cuando a Pablo le dispararon un cañón de agua y él sencillamente se defendió y algunos medios de comunicación social enseguida dijeron que estaba estructurando un cuerpo armado?

            Mis queridos amigos, solamente planteo, por supuesto, que ratifiquemos a Caridad, a Laureano y que ratifiquemos el Proceso en que estamos, que ha sido un Proceso hermoso, un Proceso con dolor y que rinde homenaje desde el cantor Alí Primera hasta Alberto Carregal Cruz o el teniente del Ejército Cabrera Landaeta, quien después de entregar sus armas y asimismo rendir las tropas, fueron fusilados malamente.

            En ese sentido, en el propio silencio de nuestros corazones, vamos a ratificar, mi querido (Constituyente) Brewer Carías, amigo (Constituyente) Franceschi, vamos a ratificar a Caridad, al señor Presidente de la República.

            Gracias, amigos. (Aplausos).

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra el Constituyente Claudio Fermín.

CONSTITUYENTE FERMÍN (CLAUDIO).- (Desde la Tribuna de Oradores). Señor Presidente, señoras y señores Constituyentes. Lo primero que tengo que comentar es que una sesión que, por su tema, podía haberse pensado que iba a adquirir otro tono, ha adquirido un tono reflexivo, profundamente humano y racional. Habida cuenta que cada quien ha ofrecido sus explicaciones, que bordean lo espiritual, que tocan muy hondo el compromiso político y que tienen, por supuesto, un significado práctico, de operación política, dentro de un Proyecto que la mayoría de quienes aquí están  protagonizan.

            Quiero decir, señor Presidente, señoras y señores Constituyentes, que comprendo perfectamente la naturaleza política y la naturaleza humana del acto que hoy estamos viviendo en este hemiciclo.

            Como mi voto no va a ser para apoyar la lectura que mi paisano, el (Constituyente) doctor José León Tapia, ha dado, siento la obligación, no sólo con mi conciencia, sino con ustedes, de explicar por qué. No sólo porque sea necesario, en función de este acto, sino porque son estas premisas las que guiarán otras votaciones que tendré a lo largo de mis intervenciones en la Asamblea Nacional Constituyente. Fundamentalmente por eso.

            En primer lugar, el comandante Hugo Chávez, fue candidato, que lo fue bajo las más severas dificultades. Yo lo fui también, y dificultades de otra naturaleza, entre ellas,  el de no tener el apoyo significativo ni siquiera sustantivo de buena parte de la población, me hicieron desistir. Comprendo las dificultades que el candidato Hugo Chávez tuvo en su travesía, y esas dificultades la tuvieron otros candidatos, pero las de él fueron ásperas y no solamente comprendo sus dificultades, comprendo sus esfuerzos y muchos de ellos los observé a distancia, pero también hubo un Pueblo expectante que los observó, que le dio importancia a ese Proceso, que se involucró. Por lo tanto, quiero decir, con todo el peso que estas palabras puedan tener, que le otorgo una gran seriedad, una inmensa seriedad al significado del resultado electoral de 1998. A lo que implica y envuelve históricamente. Pero no sólo ello sino que desde el punto de vista procedimental, operativo, esos resultados no fueron cuestionados. No hubo en esos resultados, hasta donde yo tengo información, cuestionamiento ni crítica alguna.

            De tal manera, que al haber sido desde el punto de vista político, unos resultados impecables y desde el punto de vista electoral, que es otro asunto, unos resultados incuestionables, tengo que decir, señor Presidente, señoras y señores Constituyentes, que no tengo en el fondo de mis convicciones, ninguna razón para dudar ni para menoscabar el valor de esa elección de diciembre de 1998.

            En segundo lugar, este semestre ha sido difícil para el Presidente, muy difícil. Se ha enfrentado a escenarios de tipos electorales, ha estado en escenarios de tipo s políticos, ha tenido que renovar equipos administrativos, ha estado en el frente internacional, ha intentado y está involucrado en un cambio de orientación económica y ha estado además involucrado en este Proceso Constituyente. Todo eso ha ocurrido tan sólo en seis meses. Ha sido un semestre difícil, exigente para el Presidente y para el país.

            Independientemente de la evaluación que se haga de su gestión, aquellos que tienen una evaluación favorable o para quienes la tenemos desfavorable, en diferentes grados, sobre diferentes temas, lo que sí no encuentro en mi análisis y estoy obligado a rendir explicación ante ustedes, es que ninguna causal existe como para descalificar al Presidente. No encuentro ningún argumento, independientemente de los acuerdos o los desacuerdos en alguna u otras o muchas materias, como para que su gestión sea merecedora de ratificación alguna, porque ninguna actividad, desde mi óptica, ha lesionado la majestad de su cargo ni lo pone en cuestionamiento frente al país, como para necesitar apoyos adicionales a los que ya obtuvo en diciembre del año precedente.

            Y no es un sofisma, ni es un juego de palabras, simplemente quiero explicar no sólo mi voto sino los principios que van a guiar otros votos que tendré en esta Asamblea. Luego de que algún representante electo para el servicio público, sea presidente, gobernador o alcalde, cuando alguien electo para un cargo ejecutivo, pudiere incurrir en el futuro en alguna razón que necesitase ratificación o revocatoria, desde mi óptica, y esa es mi convicción y por eso la expreso, solamente quien da el mandato pueda revocar o puede ratificar. Esa es otra de las razones que tengo para no acompañarles en tan respetable y sentida posición que siento que tiene razones humanas y políticas de fondo.

            Además, no considero, en lo personal, que mi condición de miembro de esta Asamblea, lo que me honra muchísimo y trataré de hacerlo lo mejor que pueda de acuerdo a mi conciencia, me convierta en elector del Presidente de Venezuela. A mí me convierte en elector del Presidente de Venezuela mi condición de ciudadano venezolano, mayor de 18 años de edad, no de miembro de esta honorable Asamblea, en la que me siento muy complacido de estar.

            Así que por estas razones y aun comprendiendo política, histórica y humanamente, las razones que a ustedes les asisten, quiero, señor Presidente, y señoras y señores Constituyentes, explicarles las razones de mi voto salvado en relación a la proposición del (Constituyente) doctor José León Tapia.

            Muchas gracias.

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra (El Constituyente) Virgilio Ávila Vivas.

CONSTITUYENTE ÁVILA VIVAS (VIRGILIO).-Señor Presidente, señores Vicepresidentes, honorables colegas. Indudablemente que es un acto de gran significación el que nos compromete en esta tarde, en esta sesión especial de la Asamblea Nacional Constituyente para analizar la renuncia del Presidente de la República, el comandante Hugo Chávez. No tengo ninguna duda sobre la legitimación de su mandato, no he oído ni he visto señalamiento alguno en los medios de comunicación ni que existan imputaciones de ningún tipo contra el señor Presidente de la República. La Constitución de 1961 lo ha legitimado en un proceso electoral que no dudo que fue un proceso electoral histórico, de gran repercusión para el futuro de nuestro país.

            Por eso, quiero asumir una posición esta tarde, lamentablemente, de no adherirme a la del honorable colega José León Tapia, que lo ha hecho de la manera más humana, más generosa, más comprensible, pero siento que la renuncia del Presidente de la República es un acto simbólico, es un acto protocolar. Diría que va mucho más allá, inclusive, de todo esto, que es un voto de confianza hacia esta Asamblea Constituyente y así lo interpreto bien y fielmente, porque es un deseo tanto del Presidente como de los que estamos acá del gran compromiso que hemos adquirido con nuestro país, pero sin lugar a dudas fuera del contexto legal.

            Todos los que estamos acá sentimos y pensamos en este momento, que ya la controversia, la diatriba quedó atrás y que ahora el llamado es por Venezuela, es hacerlo bien, dentro de nuestro estado de derecho, luchar por una democracia más eficaz, en que la libertad sea el símbolo de todos los que estamos acá y que sin ninguna duda, no hay una obligatoriedad para el Presidente de la República de consignar una renuncia como la que hemos recibido, que por cierto fue una renuncia, como dije anteriormente y la he analizado con detenimiento, inclusive en su discurso, que lo que quiso fue dar un voto de confianza hacia esta Asamblea Nacional Constituyente que él no deja de ponderar, de estimular y de pretender que se logren los objetivos para los cuales Venezuela nos ha traído a formar parte de esta Asamblea Nacional Constituyente.

            Buenas tardes, señor Presidente, buenas tardes distinguidos y apreciados colegas.

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra (El constituyente) Guillermo Guevara.

CONSTITUYENTE GUEVARA (GUILLERMO).-Hermano Luis Miquilena, presidente de Asamblea Nacional Constituyente; hermano Isaías Rodríguez, primer vicepresidente; hermano Aristóbulo Istúriz, segundo vicepresidente; hermanos y hermanas Constituyentes. Voy a ser brevísimo en mis palabras, por ser este un proceso único del Pueblo venezolano y por demás originalísimo y novedoso, así como creativo y participativo de nuestro Pueblo, lo cual honra y enaltece nuestro gentilicio ante otros Pueblos de este planeta, apoyo la propuesta del Constituyente José León Tapia. Gracias. (Aplausos).

EL PRESIDENTE.-Tiene la palabra la Constituyente Blancanieve Portocarrero.

CONSTITUYENTE PORTOCARRERO (BLANCANIEVE).- (Desde la Tribuna de Oradores). Muy buenas tardes, honorables Presidente y Vicepresidentes y queridísimos Constituyentes, que hoy compartimos este espacio de la transformación y de la esperanza. Pero qué difícil es sembrar la esperanza de lo nuevo, cuando estamos cautivos en la lógica racional del tiempo viejo. Eso es lo que está pasando, amigos, está pasando que estamos cautivos, encadenados, en un paradigma jurídico viejo, obsoleto, en un cartesianismo lineal obsoleto. Para los momentos de transformación se requieren dos grandes cosas, romper viejos esquemas, creer en lo nuevo, aferrarse al espacio de la creatividad al  espacio de la fe, al espacio de la esperanza y al espacio realmente del Poder profundamente humano que todos llevamos dentro y que necesitamos redescubrir para crecer y hacer crecer a los demás. El (Constituyente) profesor Escarrá habló de “una liturgia constitucional”. Sí, amigo Escarrá, una liturgia constitucional de tiempo nuevo. De nuevo paradigma,  amigos míos, querido Maestro, a usted lo respeto profundamente porque sé que es capaz de comprender los procesos. A ti mismo, Franceschi, que te conozco desde joven en muchos espacios, que a veces fueron comunes; al mismo Claudio, que ama al Pueblo, que nació del Pueblo y que aspira transformar un Pueblo para el milenio que viene, por favor. Pero es que pasa algo, la lógica racional que hemos aprendido en este conocimiento, dijera que exclusivamente jurídico, en este conocimiento “científico” conocido, donde el único que lo puede transformar es el propio Pueblo, nos ata a la creencia de una ciencia petrificada, armada, preconstituida, preconceptual; que además, es una ciencia social que agotó energías, dinero, tiempo, para estigmatizar, para marginar, para etiquetar a las mayorías de este país. Dijimos que eran los marginales, los informales; después los llamamos excluidos, y después no teníamos nombres, y a los niños los llamábamos de la calle, y gastamos millones de dinero creando categorías conceptuales para llamar a los niños “en la calle”, “de la calle” y “por la calle”, señor...

            Esa es la ciencia conocida, es la ciencia que comienza a producir teorías, a producir esquemas, a producir leyes sin resonancia y sin eco social.

            Yo  quiero decirles y es algo muy importante, que para poder emerger en este espacio inédito, hay que ponerse nuevos lentes, hay que usar nuevos oídos, y evidentemente, como dijo Jesús: “No eches el vino nuevo en moldes viejos, porque la presión del vino nuevo, realmente romperá los moldes”.

            Y eso es lo que está pasando, señores. Si no creemos en esto, podemos pensar que es una simbología, venir a renunciar acá, podemos pensar que el presidente Hugo Chávez Frías, es presidente desde el 6 diciembre por los comicios soberanos, que por supuesto nadie pone en duda. Pero argumento resulta insuficiente, después de esta Constituyente, que este espacio creativo del conocimiento jurídico para la gente y por la gente, donde, evidentemente, el diciembre quedó atrás. Ya el diciembre es historia. Es referencia histórica. ¿Qué significa venir un Presidente acá?... Mira, pudiera haber tenido grandes riesgos,  que es el de no ratificarlo, por ejemplo, y quedarnos sin Presidente. Pero, ¿Qué pasa cuando las decisiones están nutridas de la fe? ¿Qué es lo que pasa con eso? Qué pasa cuando el compromiso, no es el compromiso personal, es el compromiso histórico, es esa prospección de vida, ese imperativo humanístico de este milenio que nos desafía y que no sabemos cómo hacerlo, cuándo hacerlo y con qué herramientas hacerlo. Es lo que se llama realmente una profunda emergencia paradigmática.

            Como quisiera que en vez de estar ustedes aquí, estuvieran los muchachos del posgrado, cuando se les decía, “Esa es la metodología de Blancanieve, esa mujer anda por ahí hablando de una ruptura epistimológica”, pero la realidad es que esa ruptura desde hace muchos años viene caminando silenciosa, va demoliendo conceptos, va creando estructuras conceptuales y va moliendo estructura jurídicas.

            Decía una vez, cuando un muchacho me preguntó: “¿Para qué me va a servir esto, profesora? ¿Para qué me va a servir este esquema de rupturas epistemológicas, para escribir mi tesis de magister?”

            Le contesté: Para que comiences a reflexionar en el pensamiento nuevo y esto sólo será posible si vas al campo de tu tesis y no te quedes acá, y comienzas a buscar el nutriente de la gente, el realmente nutriente que dinamiza las estructuras nuevas, los nuevos cambios y rompe los viejos paradigmas para concretizar las rupturas. Tenemos un pensamiento preconstituido donde sólo aceptamos la violencia para transformar las cosas.

            ¿Cómo es posible que no entendamos este espacio de paz, esta sinfonía popular de la paz que se está introduciendo, y cómo no oírla?, ¿Cómo quedarnos sordos?, ¿Cómo recurrir a los viejos esquemas y quedarnos petrificados en esa seudo seguridad?, porque es una seudo seguridad. No hay posibilidades de estar seguros en pequeños ladrillos. Los ladrillos se están abriendo, las ranuras se están quedando abiertas, las brechas definitivamente se abrieron y si no somos capaces de volver a redimensionar ese espacio con un profundo desprendimiento, con una profunda solidez, con una profunda carga conceptual, no preelaborada, sino en elaboración, con una profunda comprensión de lo que significa esta dinámica y este momento que estamos viviendo, no se puede hacer eso.

            Estamos acostumbrados a una historia completamente lineal. Si eso fuese así, no tuviera explicación el renacimiento después de aquella oscuridad de la Edad Media...

            La historia cotidiana aflora por saltos cualitativos, y eso es lo que está pasando; es un Pueblo profundamente humano y cualitativo que ha roto definitivamente los moldes y que el presidente Chávez ha tenido la capacidad, yo dijera que más que la capacidad, la intuición; una profunda intuición y un profundo sentimiento para captar el tiempo nuevo y liderar ese tiempo nuevo. Les confieso que me sentí inmensamente feliz cuando oía el discurso del 5 de agosto y escribí una misiva de esas que nunca se envían.

            “Admirado Presidente, qué feliz me siento hoy al estar aquí en esta misión histórica que siento que nos pertenece profundamente. Y sólo le pido que estemos atados por la fe, por la fuerza para hacerlo ahora mismo”.

            En ese mismo momento recordaba aquellas enseñanzas extraordinarias de mi vieja abuela.

            ¿Ustedes saben lo que hacía mi abuela? Mi abuela tenía un baúl y celosamente cargaba en la pretina una llavecita que nadie la podía tocar, y una noche me escondí, tenía a penas unos 11 o 12 años, y fui a buscar la llavecita que mi abuela guardaba y cuando logré abrir aquel baúl estaban las cartas de José Trinidad Portocarrero, las cartas que enviaba Simón Bolívar a José Trinidad Portocarrero, y mi abuela era la custodia de aquellas cartas, y cuando le pregunté qué hacía ese cofrecito dentro de aquel baúl, me dijo: “¿Ya quieren saber?” Y nos sentó a todo en el piso y comenzamos a leer aquellas cartas amarillentas que realmente mandaba Simón Bolívar a José Trinidad Portocarrero (uno de los generales que acompañó a Bolívar en el momento de su muerte) y ahora visualizaba aquella frase de Bolívar: “Sé de tus angustias pero a las cosas nuevas hay que darle su tiempo...”

            Entonces la cosa viene profunda. No es ninguna casualidad que tengamos un presidente que retome las raíces patrióticas y nacionales de este país, que habíamos olvidado. No es casual todo esto. No es casual que yo esté aquí en este espacio, ni ninguno de nosotros. No es por casualidad, es porque hay muchas causas evidentemente que nos han reunido para comprender la trascendencia transformadora de este proceso. Eso significa una gran valoración filosófica, humana, política y social.

            Por eso es por lo que me resisto a muchas cosas, decía Claudio, esto tiene una connotación política y humana que lo conmueve. No, no solamente una connotación política, simbólica y humana que conmueve. No, esto es un proceso histórico, es la concretización de un momento histórico, por eso en este momento les pido que, vamos a ratificarlo, porque es un acto solemne, es una liturgia inédita que enmarca la gran ruptura del derecho constitucional tradicional, por esa razón estas liturgias constitucionales de este tipo y de este nuevo tiempo, serán las que van a referenciar el derecho del nuevo milenio y, por eso es necesario comprender que no estamos haciendo ningún simbologismo. Sino es que en alguna manera estamos quebrantando el derecho positivista cartesiano, este lineal y direccionista que tenemos, y comenzar a tejer la gran red jurídica del nuevo tiempo.

            Por eso expreso, vamos a ratificarlo, ciudadano Presidente, con toda la fe, con toda la esperanza, porque usted, señor Presidente, es la turbina que mueve el viento del tiempo nuevo. Así lo siento y creo que lo sentimos todos. Gracias. (Aplausos).

EL PRESIDENTE.-Agotado el derecho de palabra, en vista de que los que hicieron algunas objeciones a la redacción del documento, la retiraron, se somete a votación. Los que estén de acuerdo con la proposición formulada por el Constituyente José León Tapia, se servirán manifestarlo con la señal de costumbre. (Pausa). Evidente mayoría. (Aplausos).

            En vista de que tenemos mucho trabajo que realizar en el día de mañana en la conformación de las diferentes comisiones, igualmente en la elaboración del plan de trabajo de la Asamblea Nacional Constituyente así como de la participación al Presidente de la República de la resolución tomada, se convoca para el próximo miércoles a las 11 de la mañana para tomar juramento al Presidente de la República.

Tiene la palabra (El Constituyente) Jorge Durán Centeno para un punto de orden.

CONSTITUYENTE DURÁN CENTENO (JORGE).-Señor Presidente, esta honorable Asamblea quisiera escuchar de su propia voz, el resultado de la consulta sobre la proposición que se acaba de hacer, creo que no está formulada y debe quedar asentada así en el libro. Es decir, todos votamos pero no escuchamos de usted el resultado de la misma.

EL PRESIDENTE.-Bueno, incluso dije que estaba aprobada por unanimidad, luego se corrigió porque hay dos votos presentes,(De os Constituyentes) Franceschi y Claudio, que no votaron, y el (Constituyente) doctor Brewer, que tampoco votó, se considera aprobada por abrumadora mayoría. ¿Eso lo satisface, ciudadano Constituyente?

            (El constituyente, le contesta que sí lo satisface)

            Se les ruega a los Constituyentes no retirarse.
            Tiene la palabra (El Constituyente) Di Giampaolo para un punto de información.

5

CONSTITUYENTE DI GIAMPAOLO (ANTONIO).-Quería plantear lo siguiente: ayer, como ustedes saben, en la noche se le levantó la sanción a un artículo que tenía que ver con la conformación de la mayoría entre calificada y mayoría simple en esta Cámara. Anoche hice la observación de que esa modificación no correspondía al artículo 6.

Esta mañana estuve revisando el Acta y quiero decir que hubo un error de procedimiento y que el artículo que se corrigió no corresponde al artículo 6, ya lo veremos en el Acta. Lo cual supone, siendo un error de procedimiento, que tendría que someterse a votación la modificación en el artículo 6 y no en el que se modificó ayer en la noche.

EL PRESIDENTE. Esperamos que cuando se lea el Acta, usted haga la observación correspondiente. En todo caso sería un error de carácter técnico que fácilmente puede corregirse porque se trata de proposiciones aprobadas y que bien pueden estar en un artículo o en otro, lo cual no modifica el fondo del asunto.

            Tiene la palabra el Constituyente Aristóbulo Istúriz.

CONSTITUYENTE ISTÚRIZ (ARISTÓBULO).-Sí, lo importante es que se aprobó un contenido y se hizo la observación sobre el número. Lo que está aprobado es el contenido, lo otro es una corrección que se puede hacer. Quiero señalar lo siguiente: Simplemente, les agradecemos, profundamente, que no se vayan sin llenar la planilla. Se ordenó distribuir las planillas. Se distribuyeron 135 planillas y se hizo la distribución también de las comisiones para que las tuvieran en la mano. No se vayan sin llenarla. Vamos a buscar las que faltan.


6

EL PRESIDENTE.-Por favor, se tiene que nombrar una comisión que participe al Presidente de la República la decisión que se acaba de tomar. Se ruega a los constituyentes tomar asiento.

Se designa la siguiente comisión: (Constituyentes) Nelson Silva, Guillermo Guevara, Guillermo García Ponce, Leopoldo Puchi, Victoria Mata, Antonio Rodríguez, Humberto Prieto, Mirna Vies y José Luis Meza.

            Tiene la palabra la Constituyente Iris Varela.

CONSTITUYENTE VARELA (IRIS).-Es para proponer a la (Constituyente) profesora Antonia Muñoz para que se integre a la comisión.

EL PRESIDENTE.-Aceptada. Tiene la palabra el Constituyente Vinicio Romero.

CONSTITUYENTE ROMERO (VINICIO).-Señor Presidente, quiero llamar la atención sobre el hecho de que en esta comisión debería estar el principal proponente, quien es (El Constituyente) José León Tapia, en la comisión que participe la decisión tomada hoy al Presidente de la República. (Aplausos)

EL PRESIDENTE.-Se les pide un poco de orden a la Asamblea, todavía no hemos terminado. Tiene la palabra (El Constituyente) Vinicio Carrera, perdón, (El Constituyente) Vinicio Romero, por favor.

CONSTITUYENTE ROMERO (VINICIO).-Presidente: Decía, con el debido respeto a los honorables colegas, por favor...

EL PRESIDENTE.- (Interrumpiendo). Se exhorta a los señores Constituyentes tomar asiento y dar un poco de orden a la Asamblea.

EL ORADOR.-Considero que en la Comisión que va a dar esta notificación al Presidente de la República debe estar el proponente, quien es el (Constituyente) doctor José León Tapia, y no figura en la comisión.

EL PRESIDENTE.-Tiene razón. Se incluye a(l) (Constituyente) José León Tapia en la comisión. Tiene la palabra el Constituyente Pablo Medina.

CONSTITUYENTE MEDINA (PABLO).-Mire para la izquierda de vez en cuando. Estoy proponiendo a(l) (Constituyente) Mario Isea para que forme parte de la comisión.

EL PRESIDENTE.-Ya se hace demasiado numerosa. Bueno, vamos a poner a(l) (Constituyente) Mario Isea.

            Se convoca a la comisión nombrada a las 10:00 a.m. en el seno de la Asamblea para hacer contacto con el Presidente y establecer la hora de la participación que se debe hacer.

7

            Se declara terminada la sesión. (Hora: 6:30 p.m.). Se convoca para el próximo miércoles a las 10:00 am.

Las taquígrafas:
Luisa Vásquez T.
Linda de Araque
Elvira Alarcón de Barrera
Belkys Barreto Zerpa

Nilda Flames E.

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