ORACIÓN A
SIMÓN BOLÍVAR
Padre
Nuestro que estás
en el Avila,
Jesucristo de
la raza de
América,
¡Padre,
Libertador, Maestro,
pájaro
divino, que diste
el vuelo máximo
sobre
el obscuro follaje
de los siglos!
¡Elevo
a ti mi
canto, que no es
un canto mendigo!
¡Desciende sobre
mi voz entrecortada,
tú,
que alzaste al Ande
la
tuya, clara como
un clarín!
¡Infúndenos el aliento
de tu soplo
infinito,
de
tu soplo creador, de
tu soplo que
se ha dormido
sobre el mar,
bajo
la inmensa noche
del mundo!
Quiero
vivir contigo para
llenar con el
silencio
de
tu inmortal sabiduría -actos
y no palabras…-
La
bulla del vacío,
el tín-tín de
la nada!
¡Extiende tu
manto desconocido,
tu
púrpura desgarrada, sobre la
lepra de tus
hijos…
¡La
púrpura tiene el
mismo color que el
metal encendido!
¡Quiero
vivir contigo, según tu
Ley y tu Destino!
¡Padre,
desciende sobre mi
barro maldito,
para
que nazca yo
de nuevo!
¡Así he
de vivir a
tu sombra,
A la
luz de tu
lírica sombra de
mármol,
a la
luz de tu
sombra genuina,
a la luz
de
tu sombra inmortal!
¡Padre,
Libertador, Maestro,
Jesucristo de
la raza de América,
¡Padre
Nuestro que estás en
el Ávila!
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